Cuando hay unidad, hay victoria


Cuando hay unidad, hay victoria


Y pensó: Ellos son un solo pueblo y hablan un sólo idioma; por eso han comenzado este trabajo, y ahora por nada del mundo van a dejar de hacerlo.  Génesis 11:6
Cuando hay unidad, hay victoria, lográndose el objetivo deseado no importa lo difícil que sea. La unidad hace la fuerza porque se activa un poder de multiplicación que provoca que ningún obstáculo pueda detenerlos porque todos batallan por lo mismo.
Si aplicáramos en nuestro hogar este principio tan valioso, todas las metas se cumplirían; la carga no estaría sobre una persona sino en varias, y sería más fácil sobrellevarla. Además, cuando se levantara el enemigo lo aplastaríamos al instante porque nos habremos unido en un mismo propósito. Pero el egoísmo, el orgullo, no nos permiten que nos unamos sino que cada quien busque sus propios intereses. El resultado de esto es la separación emocional y hasta física que experimentan los miembros de una familia.
Hay que entender que dividido es difícil que permanezca un hogar, y tenemos que ver el modelo que nuestro Padre Celestial nos ha dado, el cual con el Hijo y el Espíritu Santo son uno. Unámonos para poder ejercer esa fuerza y alcanzar todas las promesas dadas para nosotros; rompamos con el individualismo el cual no proviene de Dios, y veremos los resultados por haber logrado la unidad.

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