El poder de la voluntad

Mensaje del Apóstol Dr. Miguel Bogaert Portela

Si unimos la voluntad de Dios con nuestra voluntad nos convertimos en personas insuperables, porque es Dios actuando a través de nosotros.

 

“El poder de la voluntad”

 

Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.

 

Dios hizo al hombre  para que él dependiera  totalmente de su creador,  de su fuente,  y que de esta manera no le  faltara nada, porque cada uno de nosotros tenemos un propósito de Dios en la tierra y la desobediencia del hombre hizo que la relación de dependencia con Dios fuera cortada, eso significa que el pecado original  nos desenfocó y nos sacó totalmente del propósito que tenía Dios con nosotros aquí en la tierra, entonces podemos sacar una enseñanza de esto diciendo, que solamente estando en la voluntad de Dios a través de una relación nosotros podemos cumplir el propósito de Dios.

En Génesis 3:22 dice:

Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.

 

En ese momento sucede el cambio radical del hombre a través del pecado  original y ese cambio es el que entra a una iniquidad que es la raíz del pecado, que se llama independencia, y eso quiere decir que el hombre cuando hace lo que quiere, como quiere y donde quiere está haciendo una independencia y esta es el origen de todo pecado. Esta independencia es una lucha que viene desde hace miles de años y estamos luchando ahora igual y en los siglos venideros seguiremos luchando, porque es una naturaleza que tiene el hombre como debilidad y más cuando éste no ha nacido de nuevo otra vez,  cuando no decide hacer un cambio, una transformación, para entrar a una dependencia de Dios.

 

El anhelo de Dios es que nosotros dependamos de Él,  pero el hacerlo  dependerá de nuestra voluntad. La voluntad es el órgano de la mente y el alma que dispone el hombre para tomar decisiones; el hombre tiene pensamientos, emociones, pero las decisiones son elaboradas en la voluntad, es decir,  conforme sea tu voluntad, serán tus decisiones.

 

Cuando el pecado original vino en Génesis 3, el libre albedrio, fue cuando apareció la voluntad, porque antes del pecado el hombre no tenía voluntad, sino que tenía una dependencia total  de Dios; el hombre no decidía nada, todo se lo daba Dios,  pero automáticamente cayó en el pecado original,  la voluntad surgió en el hombre, y déjame decirte que lo primero que hizo la voluntad fue agradar al hombre.

 

La voluntad puede ser considerada como el verdadero yo valorando lo que te acabo de exponer, por eso cuando estamos buscando de Dios se nos resulta difícil porque tratamos de convertirnos, tratamos de regenerarnos, tratamos de cambiar nuestra forma de pensar, pero qué hacemos con nuestra voluntad y por eso se nos hace muy difícil  el poder entrar  en el corazón de Dios, porque nadie que sea independiente entra en Su corazón.

 

Nuestros pensamientos, nuestra mente es la que nos enseña lo que pensamos, y nuestra voluntad lo que lo que nos enseña es lo que deseamos,  ahí está el laboratorio de lo que usted siente, en la emoción. La emoción y el sentimiento va de la mano con la voluntad, es importante que lo entendamos porque lo que estoy tratando de hacerte es una radiografía interna,  eso significa que conforme sea tus emociones y tus pensamientos así será el resultado de tu voluntad. Por eso muchos cometemos errores al tratar la religión como cosa de emoción y otros tratan la religión como si fuera cuestión de razonamiento, y quiero decirte que las dos están erradas y sabes  por qué,  porque tenemos que entender que la verdadera religión ni es emoción ni razonamiento sino relación, y si es relación obligatoriamente la relación te da dependencia y esta te acerca a tener tu voluntad unida a la voluntad de Dios.

 

Solamente uniendo la voluntad de Dios y la voluntad del hombre nosotros podemos aumentar la intuición para poder recibir Su revelación. Ahí es donde vienen los cambios, la transformación, la regeneración, pero cuando miras la religión como algo emocional ésta no te va producir cambios,  no te va producir absolutamente nada, porque la palabra sin el espíritu es muerte, y el espíritu nunca a venir a través de la palabra al menos que tu dependencia de relación total con Dios esté unida a tu voluntad, para que Él haga lo que tiene que hacer.

 

Creemos que hemos nacido de nuevo,  que ya somos convertidos, que somos creyentes maduros,  creemos que somos hijos de Dios, pero el resultado de tu voluntad me dice que es todo lo  contrario.

 

El hombre no es por lo que tiene o por lo que posee,  el hombre es por lo que decide, conforme tú decidas ahí estás expresando cuál es tu voluntad. Si tú decides pecar, el pecado es el resultado de tu voluntad. Dios anhela que nosotros dependamos de Él,  pero Dios no puede doblegar tu voluntad, tú tienes que decidirlo.

 

Si Dios no ve una muestra tuya de decisión, de intención y de acción en unir tu voluntad a la voluntad de Él, no te mostrará cuál es Su voluntad,  y por eso vivimos un mundo de emoción y razonamiento sin entender cuál es la voluntad de Dios, creyendo que estamos haciendo Su voluntad y no lo es, es la tuya, por eso no vienen las bendiciones.  Cuando unes tu independencia y tu voluntad para satisfacer tu yo es cuando aplica Dios la palabra y te dice: Todo lo que siembre el hombre,  eso cosecha.

 

David, asesino, homicida, adultero, pero tenía una intención,  de unir su voluntad a la voluntad de Dios,  por eso Dios dijo he buscado  a un hombre conforme a mi corazón y eso significa que haga todo lo que yo digo, eso me enseña a mí que Dios mira el pecado porque le trajo problemas, pero por encima del pecado Él mira la intención de tu voluntad; esto no significa que tú puedes pecar deliberadamente. Una emoción, un pensamiento, es el resultado  de lo que es realmente tu yo.

 

Cuando hablamos de voluntad de Dios estamos hablando del plan y Su propósito para la creación,  de cada individuo. Propósito significa intención original, cuando Dios  te dice tengo un propósito contigo, lo que quiere decir, es que aunque estés desenfocado, Él tiene una intención original contigo que tiene que terminar.  Por eso fue que escogió a David, porque Dios tenía un propósito con él. Dios tiene una intención original  conmigo y eso se llama mi propósito,  solo el Espíritu Santo sabe cuál es la intención original  que tiene Dios con nosotros, pero dice a sus hijos que el que tiene que juzgarnos es el Espíritu de Dios porque es el único que conoce cuál es la intención original que hace miles de años fue abortada pero en la misericordia de Dios es recuperada. Por eso manda a Jesús, Su hijo,  a relacionarnos para edificarnos en la voluntad de Él.

 

Tu voluntad es lo que te va a dar la verdadera plataforma para tu verdadera salvación. Si  decides pecar construiste la plataforma de perdición;  decidiste unirte a la voluntad de Dios, construiste la plataforma de tu salvación, y no lo puede decidir Dios,  tú lo decides.

 

En Éxodo 35:21 dice:

Y vino todo varón a quien su corazón estimuló, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, con ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de reunión y para toda su obra, y para las sagradas vestiduras.

 

La pasión de Dios es buscar hombres y mujeres dentro de Su pueblo que quieran hacer Su voluntad; una cosa es la pasión del querer y desear,  y otra es la voluntad de Dios.

 

Dios conoce que el hombre es tentado, que el hombre falla, comete errores, pero  sabe que dentro de nosotros hay un corazón que en el fondo quiere depender de Él.

 

¿Qué significa un corazón conforme al de Dios? Que haga todo lo que Dios le diga que haga, dependencia total

 

Mateo 12:50 dice:

Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.

 

¿Quiénes son mi madre y mis hermanos? Los que hacen la voluntad de mi Padre. Por eso Jesús dejó esas enseñanzas, para que sus seguidores que entiendan que lo más importante no es tu conversión,  sino tu relación con Dios. Jesús tenía una relación total con el Padre y esto lo llevaba a doblegar su voluntad y hacer la voluntad de Dios.

 

Juan 4:34 dice:

Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.

 

Jesús doblegó su voluntad en:

1) En el principio de su ministerio,  poniéndola en comparación con lo que el hombre más atado está, con la familia. Los discípulos fueron avisarle cuando vieron la mamá y sus hermanos, a darle una gran noticia, es una enseñanza más profunda de lo que pensamos, porque todo creyente siempre va anteponer a Dios detrás de su familia.

2) La comida. Estaba Jesús con la samaritana y le dicen: Jesús, te trajimos comida; Él les responde: Mi comida es que yo haga la voluntad de mi Padre.

3)  El ímpetu. El ímpetu nunca te va dejar ver las consecuencias de lo que hiciste, la consecuencias te van a venir luego que el ímpetu se te baje, la rebeldía se te baje y la desesperación se te baje,  y dices: ¿qué fue lo que hice?.

 

Dice Colosenses 2:20-24

Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales com No manejes, ni gustes, ni aun toques  (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?  Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.

 

Nuestra regeneración debe de ser genuina para que nuestra voluntad se una a la voluntad de Dios, si no es genuina, tendremos la intención del cambio, de la renovación, de la transformación, pero el resultado no será real.

 

Si unimos la voluntad de Dios con nuestra voluntad nos convertimos en personas insuperables, porque es Dios actuando a través de nosotros y dice  la palabra que para Dios no hay nada imposible  y si Dios está actuando en mí y a través de mí para ti no hay nada imposible.