Puedo decir que en mi vida hay un antes y un después de la conferencia de Déboras. Antes de la conferencia fue un proceso en mi vida, salí embarazada en el 2009 y el diagnóstico sobre mi fue de muerte y libramos una tremenda batalla espiritual por el nacimiento de nuestra hija; cuando estoy a punto de dar a luz, a mi esposo le diagnosticaron un tumor canceroso, un meningioma en la parte frontal derecha de su cabeza de categoría o grado 3. Soporté con fuerza y fortaleza mi proceso, pero cuando esto ocurrió, mi vida se desmoronó” eso pensaba el diablo”.
Llegué el primer día y salí con la rula en la mano en el espíritu de Elías pero el segundo día aprendí que como mujer yo debía rodear a mi esposo, ese día recibimos una impartición que cambió mi vida y mi visión por completo, fue entonces que al llegar a mi ciudad inmediatamente comencé a reclutar guerreras de intercesión en la iglesia que pastoreamos mi esposo y yo. Entendí que tenía que hacerle frente a mis enemigos hasta verlos en la orca. Cuando la pastora Montserrat dijo esto en la conferencia, el mundo espiritual se abrió ante mis ojos y me enfurecí con el diablo de tal forma, que dije dentro de mí: esto era lo que necesitaba para aplastarte, pues llegué a Débora como una oruga y puedo testificar que salí como una mariposa, pues llegué arrastrándome de dolor, desesperanza, tristeza de ver mi esposo sufrir. En fin, yo llegué gritando de dolor, porque en medio de ese proceso la depresión quiso acabar conmigo.
Salí rugiendo como una leona desde que recibí la palabra y la impartición. Oh Dios, soy otra, comencé a ponerme en guardia, me levanté como Débora por mi casa, hacer guerra como nunca antes lo había hecho dejándome guiar por el espíritu en todo tiempo, comencé a rodear mi esposo día y noche como una leona sin parar y sobre todo dejé de llorar como gatita. Yo fui a la conferencia de las Déboras a recibir instrucciones de Dios a través de la pastora Montserrat y la profeta Ana Maldonado, las cuales de verdad exhortaron a no detenerse, pues la revolución que causó en mi vida y en el ministerio a sido sorprendente, de tal forma que mi esposo ha recibido 120 quimioterapias y los médicos se sorprenden porque tiene más peso que el que tenía antes del diagnóstico. Sorprendentemente a él le dejaron de causarle las molestias que estas producían y hoy puedo decir que mi esposo está sano en el nombre de Jesús. Y yo como toda una buena discípula, doy por gracia lo que por gracia recibí, pues a mi ciudad también llegó la revolución de Débora.
Pastora solo me resta decirle; gracias, por no dejar que nada la detuviera porque sé que montar un evento como el de Déboras conlleva una guerra para ganar hijas espirituales como las que hoy puede decir que tiene. Mariposas que vuelan alto porque supieron esperar aunque se arrastraban nunca vieron el piso como su casa. Gracias pastora de parte de todas las Déboras que dejó en San Fco. Espero seguir estrechando lazos, pues sé que el mismo ADN nos unió con propósito. HOY PUEDO DECIR QUE EN SAN FCO DE MACORIS HAY UNA DÉBORA AL FRENTE DE LA BATALLA.