Back

Déboras Edificadoras del Reino

Conquistemos la tierra que por herencia nos pertenece

Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión. Números 14: 24

No podemos conformarnos con lo que estamos haciendo. Necesitamos tener un espíritu de conquistador, el cual siempre tenga metas y nos desafíe todos los días hasta alcanzarlas. Hagamos cosas que nadie se ha atrevido hacer, y ni siquiera a imaginarlas, porque esto es lo que hace un conquistador.

Él emprende, planifica y ejecuta lo inalcanzable porque no se permite ser uno más del montón. Su espíritu ante nada le permite detenerse, sino que lo impulsa a buscar soluciones que lo lleven a su propósito en Cristo Jesús, pues no concibe que pase un día igual al de ayer. Todos sus días están llenos de expectativas.

Pero las iglesias están llenas de hombres y mujeres viviendo sin expectativas, esperando que los días marquen sus vidas y no ellos marcar los días por lo que conquistaron. Así fueron Josué y Caleb; marcaron la historia por atreverse a hacer lo que los demás no quisieron hacer.

Conquistemos la tierra que por herencia nos pertenece. No importa si hay gigantes; el conquistador se los come como pan, y nada lo detiene ante la meta que se ha propuesto conquistar.

Dios quiere que en nuestra boca siempre esté la palabra “Gracias”

Comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.