Profeta Ana Maldonado

Si tienes un poder paralizante de incredulidad en tu vida, debes arrancarlo y empezar a honrar a Dios con tus diezmos y tus ofrendas. En la Biblia de la Versión Internacional dice, “traed tus diezmos y ofrendas a mi casa, y habrá alimento”…y sabes de qué alimento está hablando? No está hablando de yuca, arroz y frijoles, sino de buena palabra de Dios. Recuerda lo que le dijo el diablo a Jesús cuando lo tentó: si eres el hijo de Dios, has que estas piedras se conviertan en pan, porque Jesús estaba en ayuno, ya hacía 40 días, y Jesús le dijo no solamente de pan vivirá el hombre, sino que vivirá de toda palabra que sale del corazón del Padre, mi Padre…

Y dice el Señor, y que habrá alimento, habrá revelación en casa, mi casa. Aquí en casa, alimento para ti, que te revelen la palabra, como ser una buena esposa, una buena madre, una doncella guardada para su Dios…

Pastora Montserrat Bogaert

Cuando Dios creó a Eva, Adán no la vio en lo físico, sino en el espíritu. La mujer que no se valora, el hombre la ve en lo físico, pero la que se valora la ve en el espíritu. La mujer que quiere tener un buen matrimonio no lo alcanzará con ropa, sino con la presencia de Dios que carga con ella.

Aquella mujer que se valora, no se vende por su cuerpo, porque lo que mostrará es su corazón.

Dios le dijo a Adán: te he puesto a Eva no para que la mires por fuera, sino para que la mires por dentro, porque en ella he puesto un atributo especial, y es que la he hecho ayuda idónea. Idónea es aquella mujer que te va a cercar, a rodear; es aquella mujer que va a pelear por ti…

Pastor Dr. Miguel Bogaert

Mujer, hoy tienes que levantarte, no eres más débil ni eres cualquier cosa, tienes el espíritu hombre de Dios en un vaso de mujer para cumplir un propósito de Dios, al cual Dios te ha destinado y te ha dicho levántate, porque no es verdad lo que dicen los religiosos, que la mujer no puede predicar, que no puede ser apóstol, que no puede ser guerrera, tú si puedes mujer.
Esos hombres que dicen que la mujer no puede predicar, no puede ser pastora, no puede ser apóstol, están perdidos en la palabra y no saben lo que tienen; el espíritu de religiosidad los está sucumbiendo.

Pienso y siento que a Dios la mujer lo decepciona muchas veces, porque Dios está esperando algo mayor de ella, pero el concepto del vaso, el concepto de lo externo, nos ha hecho olvidar a nosotros que Dios, cuando hizo el espíritu para el hombre, lo hizo también para la mujer.

Digan, yo tengo derecho, yo tengo privilegio, yo tengo herencia, porque dentro de mi está el espíritu de hombre en un vaso de mujer…