Cuando te dan una palabra profética no te puedes cruzar de brazos, es bueno tenerla, rumiarla, oírla, verla constantemente para que tu espíritu pueda responder a ella.
Nombres y Apellidos del Padre (*):
Nombres y Apellidos de la Madre (*):
Nombres y Apellidos del Niño (*):
Fecha de Nacimiento del Niño (*):
Dirección de Residencia (*):
E-mail de Contácto (*):
Teléfono del Padre (*):
Teléfono de la Madre (*):
Teléfono de la Casa:
¿Asisten a la Iglesia?: SiNo
¿Hicieron la Escuela de Nuevos Creyentes?: SiNo
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