Necesitamos tener pasión para trabajar en la obra

No sean perezosos, más bien imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas. Hebreos 6:12

Dios es tan grande que en lo natural es imposible de apreciar. Esto no nos permite darle la honra que se merece, y nos habituamos a hacer las cosas sin su debido valor, lo cual nos lleva a actuar como los demás, quienes no Lo conocen. Pero todo lo que hagamos para Dios merece honra. Esta se muestra con sacrificio, entrega, pasión, compromiso y un deseo ardiente de agradarlo por encima de nuestros deseos.

Por eso no todos tendremos la misma recompensa ni el mismo galardón. Porque a mayor sacrificio, mayor recompensa; pues Sus ojos están puestos sobre aquellos que lo dan todo y hacen el esfuerzo de dar mucho más de lo que pueden, rechazando todo patrón que los mantenga cómodos.

Entonces ¿qué esperamos? Necesitamos tener pasión para trabajar en la obra; como el apóstol Pablo, cuyo fervor de espíritu era tan fuerte que nada escatimó, hasta el punto de arriesgar su vida por servirle al Señor. Con esto lo honraba.

Tomemos una decisión que nos lleve verdaderamente a sacrificarnos por amor a Él, lo cual demostrará que con cada paso estamos dándole honra, gloria y honor a Su Santo Nombre.