
Dios me mostró la forma en que estamos viviendo en este tiempo, un tiempo tan dinámico, tan conflictivo, tan confuso, que ha convertido al hombre en un ser tan egocéntrico, calculador, manipulador, frío, porque a lo que le llama amor está dirigido siempre a lo material, así están las familias, así están los hogares, así están en el trabajo, las iglesias, porque el espíritu de orgullo, el espíritu de autosuficiencia, de individualismo, todo esto ha provocado que al hombre le sea fácil el ofender y el sentirse ofendido, y así vivimos nuestra vida, día a día estamos siendo ofendido y día a día estamos ofendiendo y la sociedad ha hecho que esto se convierta en un estilo de vida, ahora lo más fácil es usted ofender a alguien, lo más fácil es que alguien te ofenda a ti, se han perdido los valores, se ha perdido el respeto, se ha perdido todo, se ha perdido la mansedumbre, y es la sociedad que nos está empujando cada vez más y todos somos parte de la sociedad y corremos todos en ese desenfreno, de ese orgullo, de ese individualismo, de esa independencia. Y lamentablemente cada día más el hombre depende más del hombre que de Dios, lo que imposibilita que Dios tome el control de nuestra vida, imposibilita que Dios tome el control de guardar nuestros valores y nuestras virtudes. Y tenemos que entender que ese espíritu de ofensa se maneja a través del orgullo, de la altivez, se maneja a través de la independencia, y no nos damos cuenta y cada vez que usted ofende provoca división, es como que le roba algo a la gente, cada vez que usted ofende usted mata a alguien. Hay propósitos que lo han matado una ofensa, hay visiones que una ofensa la ha matado, tantos hombres y mujeres que no logran llegar a una meta porque alguien lo ofendió, porque las ofensas abortan los propósitos, las ofensas abortan los llamados.
Las ofensas no te permiten que tú logres la misión que Dios tiene para tu vida, y no nos estamos dando cuenta, por eso es que el espíritu de ofensa es un espíritu del anticristo, es el arma que el diablo está usando en los últimos tiempos que usted se mantenga ofendido y ofendiendo a alguien , porque eso provoca división, eso mata, te roba la paz, te roba el descanso en Dios, porque un corazón ofendido nunca tendrá paz, un corazón ofendido nunca tendrá el descanso de Dios por eso es que usted ve la gente que cuando está ofendido no puede ni respirar.
Unos de los problemas que tiene el espíritu de ofensa es que te vitaliza la memoria, la gente que ofende o está ofendida no borra, siempre está recordando que lo ofendió alguien, por eso la gente que está ofendida vive de los recuerdos de las ofensas y no tiene descanso y cada ofensa es la que dibuja tu presente, por eso es que tu futuro está tan mal plasmado porque tu pasado está metido en una ofensa, usted es responsable de usted mismo plasmar su presente, Dios es un Dios tan justo que el simplemente te ayuda a plasmarlo pero no lo plasma, Él te ayuda cuando tú decides. Por eso es que se nos hace tan difícil dibujar nuestro presente y futuro porque estamos asentado en un corazón lleno de ofensas, por eso no somos felices, por eso no podemos caminar a plenitud en Dios.
El hombre que fue más ofendido en el planeta tierra fue Jesús y Él nunca ofendió a nadie.
Filipenses 3:8-10
8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, 9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; 10 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
La humildad y la mansedumbre son las virtudes que caracterizan la imagen de Cristo. Y dice la palabra que nosotros somos imagen de Cristo, entonces usted tiene que ser manso y humilde, por eso es que hay tantos divorcios, por eso es que hay tantos problemas en la iglesia, envidias, celos, pleitos, por las ofensas y ahora te ofenden por cualquier cosa, esa es el arma de los últimos tiempos porque no hay una cosa que enfrié el amor del hombre que la ofensa.
Proverbios 19:11
La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa.
Hay personas que por una ofensa han perdido su llamado, su propósito, han perdido una oportunidad, por eso es que las ofensas son del anticristo, que viene a matar, robar y a dividir.
Eclesiastés 10:4
4 Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas.
Si te ofenden mantente firme y no dejes tu lugar, el enemigo es especialista y lo va a hacer con la gente que él ve que está creciendo espiritualmente, por eso la gente que va creciendo espiritualmente comienza a ser perseguida, ofendida, comienza a ser difamada.
La ofensa te la hace el que te ofende para que tú seas parte de lo que él es. Las ofensas son para que tú formes parte de lo que te ofendes. Por eso es que la iglesia esta tan dividida, pastores ofendidos, líderes ofendidos, ovejas ofendidas, todo es una ofensa y se ha convertido en un estilo de vida en la sociedad.
Cuando usted es ofendido lo primero que te sale es darle una respuesta al que te está ofendiendo y esa respuesta viene conforme a lo que hay en tu corazón, por eso los inmaduros espiritualmente en las iglesias son los que más ofenden, el maduro espiritualmente no ofende porque está revestido de mansedumbre, de paciencia, de amor.
Salmos 25:9
Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera.
Colosenses 3:12-17
12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. 16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. 17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
La ofensa no se aloja en la mente, la ofensa se aloja en el corazón.
El odio, el rencor y la venganza no viene de la mente viene del corazón, tu mente no tiene capacidad para crear odio, tu mente solamente es un ente de manifestación a lo que hay en tu corazón, y se manifiesta con pensamiento y actitudes y esos pensamientos y esas actitudes toman tu voluntad, y tú entras en hechos. Por eso es que cuando el corazón está ofendido la memoria toma vida y está activa todo el tiempo y es un recuerdo, y mientras más piensas en el pasado más te estás atando tú mismo y te vas atando hasta que llega un momento que ya no respira.
La esencia de la misericordia es ponerte en el lugar del otro, por eso es que Jesús se hizo hombre para Él ponerse en el lugar tuyo.
La misericordia es la expresión que te identifica que usted es justo, porque el que tiene misericordia nunca juzga, porque antes de juzgar se pone en el lugar de él, entonces usted tiene que revestirse de eso. Por eso la gente que se ofende fácil es poco enseñable.
La gente inmadura en la iglesia son las que más ofende y las que más ofendida siempre están. Las personas con un corazón enfermo nunca valorarán las virtudes de los demás, solamente un corazón sano es agradecido a expresar las virtudes de otro. Porque un corazón enfermo siempre irá con envidia, celos.
Las personas que más se quejan son las que tiene el espíritu de ofensa.
El no depender de Dios y depender más de los hombres es lo que nos provoca más ofensa, Dios nunca te va a ofender, el hombre sí.
Toda debilidad y frustración en una persona tarde o temprano será expresada con una ofensa porque utilizamos la ofensa como un mecanismo de defensa y así vivimos nosotros ofendiendo para esconder debilidades y frustraciones día a día.
Nunca se te olvide que tu lengua puede herir más que un arma afilada y punzante porque la herida de la lengua va a un sitio interno de lo más profundo tuyo que te cambia todo tu ser y te hace perder todo lo que Dios tiene para ti, por eso es que usted tiene que ser celoso de que nadie ni nada pueda tocar lo que tú debes valorar más en tu vida que es tu conciencia.
Cuando usted tiene un corazón ofendido, todas las ofensas que vengan le dan vida a la que ya usted tiene por eso es que vives de recuerdos. Porque el que perdona genuinamente no recuerda.
El que está ofendido y el que ofende nunca tendrá paz, y paz es que no te falte nada.
Todo el que se ofende lo primero que hace es aislarse, porque cuando tú te aísla él te toma en la reta guardia.
El espíritu de ofensa es un espíritu tan maldito y del anticristo que te hace pensar que es tu carácter y tu personalidad y tú te lo crees, por eso no cambias.
Todo el universo funciona y vive a través de relación y si esa relación se intoxica por una ofensa, automáticamente la relación muere y se enferma.
No podemos seguir viviendo bajo ofensas, no podemos seguir viviendo bajo crítica, bajo murmuración, bajo inconformidad, porque todo eso es lo que trae la ofensa, por eso cuando hay ofensa nunca va a ver una manifestación clara de una relación, ni de una comunicación, va a ser manipulada, tóxica
Cuando usted tiene un corazón inmaduro y sensible a las ofensas usted nunca valorará la virtud de los demás, porque el valor de una virtud del prójimo tiene que ser valorado desde el asiento de un corazón sano que no tenga envidia, que no tenga celos, por eso es que una gente ofendida siempre va a buscar a alguien para decirle lo que siente, crea una asociación.
Las ofensas se trabajan solo, las ofensas se trabajan en tu habitación, las ofensas se trabajan con Dios, las ofensas se trabajan con coraje, usted solo la enfrenta, con amor, con mansedumbre, con paciencia, con benignidad, con misericordia.
Tu conciencia es lo que llama la biblia tu corazón, lo más interno dentro de ti.
Mateo 6:15
15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Usted nunca podrá perdonar a nadie si primero no se empieza a perdonar usted, porque el perdón tiene que ser un estilo de vida que empiece en ti.
Santiago 5:16
16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
El odio, el rencor, la envidia y el celo no nacen en tu mente, nacen en la conciencia de tu corazón, tu mente solamente es el vehículo de expresión, pero no es el vehículo que lo crea.
Una ofensa es lo que más despierta tu condición.
Cuando usted empieza a crecer espiritualmente su tiempo de recuperación de las ofensas es rápido porque usted siempre va a echar mano a la misericordia, a la compasión y se va a poner en el lugar del otro.

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