La Distracción te hace perder tu Propósito

La Distracción te hace perder tu Propósito

Mensaje del Apóstol Dr. Miguel Bogaert Portela

Nehemías 6:1-2 dice:

“Cuando oyeron Sanbalat y Tobías y Gesem el árabe, y los demás de nuestros enemigos, que yo había edificado el muro, y que no quedaba en él portillo (aunque hasta aquel tiempo no había puesto las hojas en las puertas), Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: Ven y reunámonos en alguna de las aldeas en el campo de Ono. Más ellos habían pensado hacerme mal”.

 

En esta palabra vemos cómo el adversario se levanta en contra de hombres y mujeres de Dios que tienen un propósito, un llamado y una misión; en este pasaje podemos observar claramente las estrategias que usa el enemigo. Como hijos de Dios tenemos que estar atentos para poder escuchar la voz de Dios y saber lo que Él quiere, porque cuando venimos a Sus pies y automáticamente le entregamos nuestras vidas, Dios tiene que dirigir nuestro camino y muchas veces esto se nos hace difícil, en otras imposible.

Al entrar en este nuevo caminar con Dios, pretendemos hacerlo con nuestra mentalidad y pensamientos, cuestionando los caminos de Dios y el cómo debemos comportarnos para poder llegar donde Él quiere que lleguemos, al mismo nivel de Jesús.

 

Si no escuchamos la voz de Dios, no tendremos clara ni definida la forma en la que debemos caminar, el enemigo siempre intentará que no aprendas a escuchar Su voz, tratará de distraerte.

 

Hebreos 1:1-2 dice:

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profeta,  en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo”.

 

Cuando Dios creó al hombre lo hizo para que dependiera de Él, con la intención de que pudiera comunicarse con Dios. Supuestamente es difícil escuchar la voz de Dios, y aún más, cuando entendemos que Dios es un espíritu y nosotros, en lo natural, pudiendo ver, oír, sentir, palpar, no entendemos que Dios tiene múltiples formas de hablarnos, y el enemigo conoce esta debilidad. Cuando empiezas a aprender a escuchar la voz de Dios, Él empieza a fortalecerte internamente y a hacer unos cambios y esto pasa sólo con nosotros, que somos los únicos seres vivientes que tenemos espíritu, porque Dios usa nuestro espíritu para hablarnos, Él lo hace, de espíritu a espíritu.

 

A través de nuestro espíritu, Dios nos da la dirección y la visión de lo que Él quiere para que podamos ser bendecidos, entendiendo siempre que Dios es un Dios de bendición y no somos bendecidos porque no nos detenemos a aprender las múltiples formas que Dios tiene para hablarnos.

 

El enemigo siempre ha de levantarse en contra de nosotros y Dios siempre nos habla y el enemigo no puede distorsionar ni tocar la voz de Dios. Esta seguridad podemos tener, que Dios en su omnipotencia no permite que Su voz sea distorsionada, sin embargo, el enemigo sí podrá distorsionar tu mente y tu corazón para que no entiendas cuando Él te hable.

 

Nosotros somos el oyente y Dios es el parlante, pero Satanás no podrá distorsionar la palabra que sale de Su voz. Muchos de nosotros estamos en ese nivel, donde el enemigo distorsiona totalmente lo que Dios nos está diciendo. Ahora bien, cuando el enemigo hace esto, que toca nuestra mente y nuestro corazón, obligatoriamente algo pasa dentro de nosotros, que no nos permite entrar en una comunicación plena con Dios.

 

Nehemías tenía un propósito y pertenecía al pueblo de Dios, él no fue copero porque quiso, más bien Dios lo llevó a ese lugar y lo tenía claro, cuando supo la condición en la que se encontraba su pueblo, dice que se postró delante de Dios, en ayuno y sacrificio, pidiendo perdón por los hijos de Israel porque reconocía que habían pecado contra Dios, apartándose de Él, y no sólo pidió perdón por ellos, sino que él también pidió perdón; y fue en esta humillación de Nehemías que Dios le habló, poniendo un sentir en su espíritu para ir a reestablecer las puertas y murallas de Jerusalén.

 

Dios a Nehemías no le habló audiblemente pero sí lo hizo a su corazón, poniendo en él, una inquietud, una misión, un trabajo. Nehemías fue valiente para llegar delante del rey y cuando éste le pregunta por qué está triste y es que nunca antes había estado así frente al rey, la Palabra dice que cogió valor por la situación en la que se encontraba su pueblo y aquí vemos que cuando Dios nos habla a nuestra mente y corazón, también pone favor y gracia entre los grandes que están a tu alrededor.

 

Es importante que aprendas que Dios no necesariamente ha de hablarte audiblemente, un corazón contrito y humillado es lo que Dios necesita para hablarle a tu espíritu, es ahí en tu espíritu que Dios va a poner la salida a tus problemas y a la carga que tienes, en este momento Él empieza a usarte y te dices que no temas, que Él está contigo.

 

Cuando te acostumbras a escuchar la voz de Dios, comienzas a tener una fuerza interna que te lleva a tener la misma fuerza de Nehemías, quien se humilló delante del rey y Dios le dio favor y gracia frente a él, el rey le dio todo lo que necesitaba, madera, guardaespaldas y envió cartas a todas las gobernaciones, porque cuando escuchas Su voz, Él es quien te envía; cierra tus ojos y sólo lánzate porque Dios es tu sustento, Él está contigo, sólo tienes que entrar en esa comunión para escuchar Su voz, también tienes que empezar a hablar de Dios, y si Dios te lo dijo, sólo créelo, porque está hecho.

 

Nos buscamos todos los problemas que tenemos por no querer escuchar la voz de Dios; Nehemías tenía una palabra de Dios dentro de él, la cual se hizo vida en él porque tenía pasión por su pueblo. Dios nunca te va a hablar si no puede encontrar pasión en ti, Dios tiene que encontrarte apasionado y no necesitado, cuando quieres oír Su voz porque estás necesitado, le estás diciendo que Él no sabe lo que te pasa, pero cuando quieres oír Su voz y se te olvida que tienes una necesidad, entonces estás apasionado por verlo actuar, estás apasionado porque Dios te bendiga, es en este momento que Dios te va a hablar y te va a decir qué y cómo hacer las cosas, asegurando tu victoria.

 

La base de la verdadera sabiduría es aplicar el conocimiento, no serás sabio si no aplicas el conocimiento. El enemigo te conoce y va a utilizar estrategias, la Palabra dice que no nos podemos descuidar de sus maquinaciones, una maquinación del diablo es una estrategia en nosotros.

 

Dice en Nehemías 4:1:

“Cuando oyó Sanbalat que nosotros edificábamos el muro, se enojó y se enfureció en gran manera, e hizo escarnio de los judíos”

 

Aquí encontramos la primera estrategia que va a usar Satanás: La intimidación. Es para que retrocedas y empieces a comparar lo que tenías antes con lo que supuestamente tienes ahora, las cosas se te ponen difíciles, es lo que pasa cuando dejas los negocios ilícitos que dejas de percibir algo que entendías era una bendición; en el concepto humano, una intimidación a tu alma, cambia tu personalidad y tus decisiones porque hay intimidaciones que no vas a saber manejar. Cuando Satanás se enfurece contigo, no puede golpearte, pero sí puede ponerte las cosas difíciles con eso que tú necesitas y esto duele más que si te golpearan.

 

Luego de la intimidación, la segunda estrategia es hacerte pensar que no eres capaz y que no eres digno de estar en las cosas de Dios, el enemigo te acusa subliminalmente, esto era lo que hacía Tobías; Dios te bendice dándote proyectos, y viene el enemigo y te dice que no puedes hacerlo, que no sirves para eso, al intimidarte, te infunde temor y el temor te quita toda la creatividad, la gente temerosa no es creativa y se acostumbra al nivel en que está, sin embargo, a los valientes, las ideas creativas le salen, porque Dios es un Dios creativo que siempre está creando cosas nuevas. Los valientes no se doblegan, el diablo les quita algo y ellos lo pelean, el diablo les cierra una puerta pero ellos la abren, el enemigo simplemente no puede intimidarlo porque es un hijo de Dios, tienes que reclamar tus derecho, tus privilegios y tu herencia!

 

Más adelante vemos cómo Nehemías no hizo caso a estas intimidaciones porque él tenía un norte: Tenía una palabra de Dios y estaba apasionado.

 

El pueblo de Dios tiene que cambiar su forma de pensar y de actuar, esa forma conformista de tener las cosas y no valorarlas; lo único que puede traer un aceleramiento a tu vida espiritual es el valorar todo lo referente a Dios, cuando no sientes valor por algo, simplemente no te vas a apasionar por ello, así mismo, si no le das valor a las cosas de Dios, no te vas a apasionar por Él. Por este motivo, hacemos las cosas tan mal y desorganizadas para Dios, porque primero van nuestros criterios y voz interna, nuestros pensamientos y actitudes, y esto no sólo ocurre en lo espiritual, sino también en lo secular, porque cuando le entregaste tu vida a Cristo, le entregaste todo tu ser y todas tus acciones. En todo lo que hagas, debe haber excelencia y debe estar el Espíritu Santo.

 

Nehemías 6:2-4 (RV1960) La siguiente estrategia será llamar tu atención para distraerte y hacer que pierdas el tiempo poniéndote cosas que te van a distraer, el enemigo sabe y lo hará con la debilidad que tengas. Cuando te sientes intimidado, no tienes decisión para levantarte y decir que no. Nehemías no se intimidó, al contrario, dijo que no y se mantuvo trabajando, la 2da vez les respondió que tenía un encargo y misión tan grandes que no podía distraerse. La única manera en la que el enemigo no logra distraerte es cuando le das valor y grandeza a las cosas que Dios te ha dado. Tu distracción pueden ser los amigos, la televisión, o el Internet, y Dios te dice que si no te distraes, si no te dejas intimidar, lo que vas a recibir es tan grande que no tendrás tiempo de mirar a los lados.

 

El problema está en que no valoramos lo que tenemos y al no hacerlo, la distracción es fácil y el enemigo que conoce la debilidad de nuestro carácter y personalidad, entra por ella.

 

El sueño también es una distracción, hay tiempos en que tienes que levantarte y pelear en pie de guerra y son de batalla, muchas veces sin darte cuenta, viene el letargo, el cansancio, la fatiga y esto ocurre cuando estás abocado en comenzar una batalla, Satanás lo sabe y en lugar de ganar esta batalla, él logra distraerte con el sueño y la fatiga. Tienes que levantarte y pelear!

 

El enemigo usa tu cuerpo para distraerte y te mete ese espíritu de Morfeo con sueño y agotamiento y no sabemos lo que estamos dejando de crecer cuando somos distraídos y dejamos de prepararnos para recibir. El cielo es una maquinaria que no se detiene, es una maquinaria de bendiciones que está en la eternidad para hacer del presente una bendición constante en las vidas de cada una de nosotros, donde hay ángeles, arcángeles y serafines al servicio del mandato de la palabra de Dios para servirnos a nosotros. En muchos de nosotros, esa maquinaria del cielo se está oxidando porque aquí estamos intimidados y distraídos, gente que puede hacer algo en ½ hora, tarda 3 horas en hacerlo.

 

El enemigo puede usar a tu gente más cercana, incluyendo tu cónyuge, para distraerte, poniendo apatía en uno de los dos para que el otro se aleje y sacarlo del camino. Necesitas hacer una retrospección de tu vida, y saber aquello que te está distrayendo. Mientras más distracción tengas, menos decisión de prioridades vas a tener.

 

La distracción te hace el no evaluar tus prioridades y cuando no lo haces, tu rendimiento es mediocre porque solo las prioridades quitan los problemas y te van a llevar a la bendición; cuando resuelves tus prioridades, lo otro vendrá por sí solo.

 

El motivo de la distracción es que no sepas cuáles son tus prioridades. No es que no puedas ver televisión pero debes considerar el pasar 5 horas viendo algo que sólo está empequeñeciendo tu cerebro. El hombre que conoce sus prioridades y las atiende, va detrás de su propósito.

 

Hasta que no termines con una prioridad, no puedes soltarla, porque terminando una, viene la otra y no hay tiempo para desenfocarte, por esto, tantos cerebros se están perdiendo y otras tantas capacidades están siendo desperdiciadas porque el enemigo está distrayendo a la gente. Con prioridades no definidas, tus resultados serán mediocres y problemáticos.

 

En el momento que el espíritu de Tobías y Sambalat vengan sobre ti, es cuando más debes demostrar cuán grande es tu fidelidad con aquello que debes hacer. El enemigo tratará de distraerte con las debilidades que tengas, por eso tienes que conocer y entender todas y cada una de ellas, para que cuando reconozcas lo que se avecina, te levantes y le hagas frente.

 

El enemigo sabe que cuando distrae a la cabeza de la familia, arrastra a toda la familia con él.

 

Nehemías 6:5-8 dice:

“Entonces Sanbalat envió a mí su criado para decir lo mismo por quinta vez, con una carta abierta en su mano, en la cual estaba escrito: Se ha oído entre las naciones, y Gasmu lo dice, que tú y los judíos pensáis rebelaros; y que por eso edificas tú el muro, con la mira, según estas palabras, de ser tú su rey; y que has puesto profetas que proclamen acerca de ti en Jerusalén, diciendo: !!Hay rey en Judá! Y ahora serán oídas del rey las tales palabras; ven, por tanto, y consultemos juntos.Entonces envié yo a decirle: No hay tal cosa como dices, sino que de tu corazón tú lo inventas”.

 

Cuando el enemigo ve que no te intimidas ni permites que te distraiga, él se va a desesperar y va a buscar gente que te difame; él sabe que cuando estás en el orden divino de Dios y estás haciendo lo que tienes que hacer, llega la difamación diciendo cosas que no son ciertas, el enemigo sabe que cuando toca tu alma y tus sentimientos, logrará que caigas, él sabe que al difamarte, toca tus emociones.

 

Con esta tercera estrategia, tienes que estar muy seguro y definido para que no te afecte, cuando ellos, los que te difaman, ven que estás cambiando, que estas enfocado y decidido, que estás dando frutos, te van a cercar para desinflarte; es importante que estés fortalecido de con quién estás y dónde estás. No hay algo más grande y fuerte que la difamación para el corazón de un hombre que está haciendo todo su esfuerzo por ser integro, esta es una de las estrategias más fuertes y la más usada, cuando ve que no logra distraerte ni intimidarte.

 

Nehemías tenía algo dentro que no permitió que se distrajera, cuando estés siendo difamado, no pelees, que esa no es tu guerra, es de Dios. Cuando te difaman, esto afecta tu personalidad y vas a querer ocultarte, te vas a querer encerrar, tendrás temor de salir y de hablar porque la difamación te hace entrar en temor, impotencia y hasta duda, te preguntarás si lo habrás hecho mal, cuando la difamación arrecia es cuando más fuerte tienes que demostrarle al enemigo quién eres.

 

Nehemías oró a Dios, se humilló, ofreció ayuno y fue valiente ante el rey y vemos también que Nehemías fue bendecido.

 

Luego de ser intimidado, después de desenfocarte y difamarte, la siguiente estrategia es atemorizarte.

 

Versículo 10:  Vine luego a casa de Semaías hijo de Delaía, hijo de Mehetabel, porque él estaba encerrado; el cual me dijo: Reunámonos en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos las puertas del templo, porque vienen para matarte; sí, esta noche vendrán a matarte”. En este pasaje, la palabra encerrado se refiere a que estaba orando.

 

Y es que cuando te llega el temor, son amigos y familiares que se levantarán como falsos profetas buscando neutralizarte, dirán que tuvieron un sueño, que alguien les dijo, que Dios le habló y debes tener cuidado de no seguir estas voces extrañas, tú sólo respóndeles que oren y mantente enfocado.