“Los enemigos que te limitan” – Mensaje del Apóstol Miguel Bogaert

Cuando hablamos de límites y limitaciones o limitantes, nos referimos a la línea real o imaginaria que separa dos cosas, son impedimentos, obstáculos o adversidades, para alcanzar algo o alguien.

Cuando hablamos que alguien tiene una limitación estamos declarando que tiene un impedimento, un defecto, una restricción que reduce la posibilidad o la amplitud de algo, hay límites que como ser humano tenemos y debemos reconocerlos y entenderlos, pero el hecho que sean limitaciones, como ser humano no significa que nosotros podamos romper los límites para vivir lo que supuestamente estamos limitados a vivir.

La creación de Dios y el hombre cuando le falló a Dios, entró en la dimensión del límite, automáticamente fue sacado del huerto, automáticamente se limitó el hombre por sí mismo y Satanás empezó a limitar al hombre y todavía seguimos siendo limitados y no sabemos el potencial que Dios ha puesto en nosotros y lo peor es que cuando usted no rompe los límites, cuando usted vive limitado usted se acostumbra a ese estilo de vida.

Para todo el que está en Cristo, no tiene límites.

Si usted quiere romper los límites tiene que arriesgarse a hacer proezas.

Salmos 60:9-12

9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará hasta Edom? 10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado, Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos? 11 Danos socorro contra el enemigo, Porque vana es la ayuda de los hombres. 12 En Dios haremos proezas, Y él hollará a nuestros enemigos.
Cuando dice que en Dios haremos proezas, eso significa que usted y Dios son una generación que no tienen límites.

Marcos 10:27

27Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.

Efesios 3:20

20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,

 

Isaías 54:1-5

1 Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová. 2 Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. 3 Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas. 4 No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria. 5 Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.
Unos de los enemigos que te limitan es el que dirá la gente, la vergüenza.

La fe es riesgo y es locura, pero es una certeza.

Dios no hará nada que usted no crea.

Nuestro razonamiento limita nuestra fe, nuestros pensamientos son racionales y la fe es irracional.

 

Para usted obtener cosas de Dios usted tiene que ser irracional, no puede razonar, todo lo que usted razone le pone límites.

 

Usted tiene que llamar las cosas que no son como que son.

 

Cuando su fe es genuina abre la boca más allá de la razón y eso se llama oración.

 

1 Juan 5:15

15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
Muchos confundimos el concepto de fe con ilusión o presunción.

 

Presunción: es asumir algo que no se te ha revelado por la fe.

 

La fe no puede fallar cuando está conectada con la voluntad de Dios, nosotros le ponemos límites a la voluntad de Dios.

Efesios 4:22-23

22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,

 

Salmos 119:97 9

97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. 98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo. 99 Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación. 100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos; 101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. 102 No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. 103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. 104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. 105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. 106 Juré y ratifiqué Que guardaré tus justos juicios. 107 Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.

 

Si quieres empezar a romper los límites, tu primer objetivo es tu mente, tus incapacidades, tus dificultades, tus imposibilidades.
Mente del hombre en griego es Nous, significa la capacidad de formar ideas o representaciones de la realidad en la mente relacionándola entre sí.

Es la capacidad de aprender, entender, juzgar y tomar decisiones.

 

¿Cuáles son los enemigos que me limitan?

 

1. El orgullo

 

Proverbios 11:2

2 Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría.

 

Proverbios 15:33

33 El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad.

2. Los paradigmas mentales.

 

3. El miedo.

 

Juan 14:27

27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

 

4. La pasividad.

 

Proverbios 10:4
5 La mano negligente empobrece; Mas la mano de los diligentes enriquece. El que recoge en el verano es hombre entendido; El que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza.

Todo el que es pasivo vive en pobreza.

 

5. El pecado.

 

Romanos 7:15

15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.

 

Santiago 4:17

17 y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.

6. La ignorancia.

 

1 Corintios 12:1

1 No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales.

 

7. El pasado.

Filipenses 3:13

13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

 

2 Corintios 5:17

17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

8. Acomodarte de los logros.


Filipenses 3:4-8

4 Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: 5 circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; 6 en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. 7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,

 

9. Tu condición en la que te encuentras.

 

Filipenses 4:10-13

10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. 11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
10. Las relaciones tóxicas.

Proverbios 13:20

20 El que anda con sabios, sabio será; Mas el que se junta con necios será quebrantado.

 

Las relaciones tóxicas siempre te van a limitar.

 

1 Corintios 15:33

33 No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.

 

Eclesiastés 4:9-12
9 Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. 10 Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. 11 También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? 12 Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto.

 

2 Reyes 5:1-14

1 Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso. 2 Y de Siria habían salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de Naamán. 3 Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra. 4 Entrando Naamán a su señor, le relató diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel. 5 Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré cartas al rey de Israel. Salió, pues, él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos. 6 Tomó también cartas para el rey de Israel, que decían así: Cuando lleguen a ti estas cartas, sabe por ellas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra. 7 Luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que este envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí. 8 Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel. 9 Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo. 10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. 11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. 12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado. 13 Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? 14 Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.

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