Por qué mis pensamientos no son los pensamientos de Dios

Por qué mis pensamientos no son los pensamientos de Dios

Mensaje del Apóstol Dr. Miguel Bogaert Portela
Dios desea hacernos majestuosos y hermosos para Él. Dios quiere renovarnos cada día, en tu mente está algo tan poderoso que se llama la imaginación, pero ésta es la que tiene esclavizado a los hijos de Dios y al mundo, a la humanidad.

“Por qué mis pensamientos no son los pensamientos de Dios”

 

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Isaías 55:8

Isaías 55:8 dice:

Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.

Estas palabras llamaron mi atención, y me preguntaba por qué es tan difícil que nuestros pensamientos sean como los de Dios, si sabemos que si tenemos los pensamientos de Dios todo lo que vamos a recibir es bendición y estaremos cada vez más cerca de Él; pero tenemos muchos conceptos, paradigmas, estructuras en nuestra mente que no nos hacen vivir en realidad sino en imaginaciones y  engaños, porque muchos pensamientos que no están alineados a Dios se convierten en pensamientos de engaños y  mentiras, y eso influye en que nosotros como hijos de Dios vivamos un mundo irreal, aunque creemos que estamos en un mundo real y quizás por eso la intención de Dios en ese versículo de preguntarnos de por qué nuestros pensamientos no son los pensamientos de Él, quizás son una alerta que nos está dando Dios para que entendamos que estamos viviendo un mundo que creemos es el mundo real, es como decir: bueno.. yo soy hijo de Dios, soy cristiano, voy a la iglesia, y cuando salimos de la iglesia asumimos otro tipo de vida que no es la que deberíamos tener, porque la intención de Dios es que nosotros tengamos el carácter de Cristo en todas circunstancia, no solamente fuera de la iglesia, en el trabajo, en la casa.

 

Cuando venimos a Cristo, se supone, que nuestra mente tiene que ser regenerada, al igual que tus pensamientos,  y una de las áreas que tenemos que regenerar es la forma de vestir;  si en el mundo yo me vestía de acuerdo con lo pensamientos que yo tenía conforme a mis ideas, conforme a la imaginación, automáticamente vienes a los pies de Jesús, todas esas ideas e imaginaciones tienen que ser renovadas y reformadas en Cristo. El mundo cuando ve un cristiano en toda su faceta, tienen un discernimiento tan fino que ellos saben desde que te ven si eres cristiana o no, y  ¿sabes  por qué lo tienen? porque en el fondo siempre van a tener un espíritu comparativo sabiendo lo que ellos son y viendo la diferencia del otro y lo van a reconocer,  entonces nosotros somos los llamados a ser la diferencia, nosotros los padres somos los responsables de cómo nuestros hijos se visten.  Tenemos que pelear esa generación de relevo y lo padres son los que tienen que apoyarme porque esa es la generación que va hacer los cambios,  esa es la generación que se va meter en todos los estamentos a marcar la diferencia,  a decir yo soy hija(o) de Dios, yo no soy igual, yo  tengo una cosa diferente.

 

Dios desea hacernos  majestuosos y hermosos para Él. Dios quiere renovarnos cada día, en tu mente está algo tan poderoso  que se llama la imaginación, pero ésta es la que tiene esclavizado a los hijos de Dios y al mundo, a la humanidad.

 

Jesucristo, el hijo de Dios, nos trajo un cambio, una diferencia y tenemos que tener a Jesús como parámetro, Él trajo una convicción tan clara de lo que era, de lo que venía hacer  que no le importó  tirarse el mundo religioso encima, y los hijos de Dios debemos tener claro  verdaderamente qué es lo que venimos a hacer, cuál es nuestro propósito, a qué somos llamados, no importa los golpes que nos den, no importa la persecución, lo que nos digan, la bendición más grande que puede tener un hombre y una mujer es tener algo por qué morir, porque cuando tú tienes algo por qué morir siempre vas a tener deseos de vivir.

 

2 Corintios 10:4-5 dice:

Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,  derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.

 

Nuestras armas son lo que Dios nos ha dado y lo que Jesús vino a darnos es para tener la autoridad, el poder y el dominio para nosotros pelear contra esas fortalezas, contra esos pensamientos que tenemos en nuestra mente,  y es importante,  porque el 99% de tu lucha y tus problemas están en ti, no están afuera, al revés, afuera tú estás infectando a otros por tu forma de pensar, por eso la imaginación es la facultad de la mente que nos hace sufrir mucho, porque tu imaginación siempre va a doblegar tus pensamientos, conforme sea quien tenga tu mente dominada así serán tus pensamientos y tu imaginación; si tus pensamientos están siendo gobernados por el enemigo, por satanás, tus pensamientos y tu imaginación serán a través de él: negativismo, tristeza, amargura, pero todo el que está en Cristo, Dios es el que tiene el control.

 

Vemos el caso de Jacob en  Génesis 37:5:

Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía.  Y él les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñad  He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor y se inclinaban al mío.  Le respondieron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros, o señorearás sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más a causa de sus sueños y sus palabras.  Soñó aun otro sueño, y lo contó a sus hermanos, diciend He aquí que he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban a mí.  Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?  Y sus hermanos le tenían envidia, mas su padre meditaba en esto.

 

Mira como Jacob, con un llamado de Dios, porque él sabía que de sus lomos íbamos a salir todos, es decir que Jacob estaba meditando que Dios estaba en eso. Era Jacob un hombre de Dios y dice que estaba meditando lo que le dijo José, mientras que en los hermanos vino la envidia y los celos, en Jacob vino un pensamiento de meditación,  diciendo: Señor, ¿ y cómo vas hacer esto?, pero fíjate lo que son los pensamientos y la imaginación, son tan fuertes que pueden derrumbar los propósitos que tienes y  la palabra que Dios te da, y así está el pueblo de Dios, Jacob sabía que era un hombre de Dios, sabía que Dios le estaba hablando a José, pero nunca pensó que José no podía morir, porque había un sueño que le había dado el Dios que se tenía que cumplir, pero los pensamientos y la imaginación del hombre son tan arraigados a la mente, son tan arraigados a lo que miran, que no pueden entrar al mundo espiritual aunque él meditó la palabra, los pensamientos y la imaginación,  fueron más fuerte que lo que Dios había hablado y desató,  y así estamos nosotros en la iglesia de Dios en este tiempo, que nuestros pensamientos y nuestra imaginación está tomada por el enemigo y no nos permite ver el propósito que Dios tiene en nosotros, no nos permite ver lo que Dios nos está hablando en este tiempo.

 

Cuando tu mente está tomada por el enemigo y tú estás llevando una vida paralela, va ver una lucha entre tu conversión, la regeneración de tu mente, y entre el enemigo y Dios, mientras más estés del lado izquierdo con el enemigo tus pensamiento e imaginación van a estar balanceados en los pensamientos de él;  cuando tu mente y tu imaginación están en Cristo Jesús, tus pensamientos estarán balanceados a favor de los pensamientos de Dios.

 

Tienes que levantarte y proclamar lo que Dios te está preparando, y no es cualquier cosa, es algo de generaciones.

 

El enemigo nos tiene atados los pensamientos y la imaginación, siempre nos imaginamos lo peor; si tienes un dolor de estómago piensas que es un cáncer, ¿por qué?  Porque no piensas en la palabra que Dios te ha dado,  que no te puedes morir,  que hay algo que se tiene que cumplir, ¿cuándo vamos a creerle a Dios?

 

Dice en Proverbios 18:11

Las riquezas del rico son su ciudad fortificada, Y como un muro alto en su imaginación.

 

¿Sabes lo que hace la imaginación en la gente que tiene mucha riqueza? Meterlo en un sistema de pensamientos que los engañan y creen que lo tienen todo y no necesitan nada, cuando dice la palabra que un rico no entrará al reino de los cielos, no lo dice por la riqueza, lo dice por los pensamientos que dice ese versículo, dice que sus riquezas es como un muro, luego dice y su imaginación, o sea que la imaginación lo pone a pensar que porque tienen todo lo que tienen no necesitan nada. Lo que fortalece no es el dinero es la imaginación que lo hace pensar que ellos son lo que son y es todo imaginativo.

 

Dice Daniel 4:5

Vi un sueño que me espantó, y tendido en cama, las imaginaciones y visiones de mi cabeza me turbaron.

 

Por eso lo hijos de Dios su imaginación tiene que estar balanceada de parte de Dios. Cuando  te imaginas cosas negativas sobre tu vida y todo lo que  haces  en tu propósito, siempre vas a vivir turbado y tu imaginación siempre va ir de la mano con tus pensamientos, porque  la imaginación negativa y tus pensamiento negativos siempre van a parar las ideas creativas de Dios para que no se cumplan.

 

¿Sabes dónde está nuestro problema? En que tenemos una mente analítica, el querer analizarlo todo,  y cuando tenemos una mente analítica significa que tú nunca le has entregado nada a Dios, porque cuando le entregas tu mente analítica, todo en tu vida,  Dios tiene el control. Esa mente analítica de razonar es lo que tiene a la  iglesia en la condición en que está, nuestra mente nos tiene dependiendo de lo natural, por eso Jesús hablaba tanto de la reforma, de la renovación, transformaos, para que nosotros dependiéramos de allá arriba y no dependiéramos de aquí abajo.

 

Ya es tiempo que la iglesia le dé participación al espíritu y comience a quitar esa mente analítica. Tu mente analítica primero te aparta de Dios, porque una mente analítica nunca te va hacer experimentar y vivir Sus milagros, los podrás ver, pero una mente dada por Dios tú verás  al Dios que hace los milagros.

 

Por eso hoy, rompe con la mente analítica para que se acerque a ti el reino de Dios.