El ser radical Atrae a Dios. 1era parte

El ser radical atrae a Dios. 1era parte

Mensaje del Apóstol Dr. Miguel Bogaert Portela

Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; mas su corazón no está contigo”. Proverbios 23:7

 

Cuando venimos a los pies de Dios, acarreamos una serie de estructuras mentales y paradigmas que fueron aprendidas por las circunstancias en la vida, y no sólo eso, sino que era la forma de vivir en el mundo, lo que se hizo en nosotros un estilo de vida y una forma de ser, llevándonos a vivir una vida de hipocresía, y no sólo con nosotros mismos, sino hacia los demás.

 

Dice en Proverbios 23:7:

 “Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; mas su corazón no está contigo”.

Conforme sean tus pensamientos, así serás.

 

Proverbios 12:5:

 “Los pensamientos de los justos son rectitud”.

 

Aquellos que en su vida son portadores de rectitud, son radicales  en su corazón.

 

Antes de llegar a los pies de Dios, éramos uno más en el montón y vivíamos en supervivencia. Los paradigmas no nos dejan entrar en el regazo que Dios tiene para nuestra vida. Un paradigma es una estructura mental que es negativa, rígida, limitante, y lo peor, siempre se resiste al cambio. Las estructuras mentales que traemos del mundo son limitantes y no te dejan ver el provenir que viene para ti, y nosotros aún conociendo lo que dice la Palabra en Filipenses 4:13 que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece, no lo creemos, y es que nuestras estructuras son negativas.

 

Sabemos que servimos y somos hijos de un Dios grande pero nos limitamos y nos limitan los paradigmas y pensamientos que tenemos. Cuando eres negativo a las cosas de Dios, no creces y no experimentas cambios. Por esta razón, vemos mucha gente en la Iglesia que no aguanta los cambios porque las estructuras mentales están tan arraigadas en ellos, que en vez de pelear contra esas estructuras, prefieren no entrar en el movimiento del cambio, deciden irse, y no lo hacen porque le hayan hecho algo, sino que lo hacen porque los paradigmas y estructuras mentales se resisten internamente para no cambiar, al resistirse, no soportan la presión y deciden irse aunque sepan que Dios está en ese lugar, incluso viendo milagros, sanidades, palabras proféticas, viendo personas creciendo, pero las estructuras dentro de ellos son negativas, y es más fácil rendirse y salir.

 

Lo primero que hacen los paradigmas es oprimir el nivel de esperanza, las estructuras mentales reducen nuestra visión de futuro y limitan nuestra manera de pensar, nos limitan para ver esas cosas que van a venir a nuestra vida, y por eso, nuestra fe es tan frágil, que en los momentos complicados se cae y no nos funciona, pasa todo lo contrario, nuestra fe automáticamente es opacada por las estructuras que tenemos porque estas son más grandes que la fe que hemos estado cultivando. En tu vida no puede haber nada más grande que tu fe.

 

La Palabra establece que sin fe es imposible agradar a Dios. Los problemas y las situaciones tienen que ser más pequeños que tu fe, porque es tu fe que te va a hacer romper con todas las limitantes, es tu fe la que hace que lo imposible se haga visible, es tu fe que hace que lo sobrenatural venga a lo natural, tu fe es la que hace que la gloria de Dios se manifieste en todo lo que hagas. Tu fe tiene que estar por encima de los problemas, condiciones, paradigmas y estructuras.

 

Hebreos 11:1 dice:

 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”.

 

La certeza de lo que se espera se llama esperanza.

 

Las estructuras mentales te hacen vivir el día a día y limitan lo que Dios tiene para tu vida, Sus promesas y  las palabras proféticas que recibes, así como tu visión de futuro. Un hombre sin visión de futuro y sin tener porqué luchar, está en la cuerda floja, lo mismo ocurre con tus hijos, si no tienes una visión con ellos, nunca te vas a sacrificar para llevarlos a ese futuro. Cuando no tienes visión de futuro para tu vida, el propósito de Dios para contigo no se va a cumplir.

 

El sistema del mundo te mete en un sistema de oportunidades, y con las oportunidades, no vas a necesitar fe, porque éstas están basadas en tu necesidad y experiencia, hasta el punto de hacer las cosas mal hechas, sin embargo, cuando no buscas oportunidades, tienes la fe y la sustancia de que lo que Dios tiene para ti ya está en camino. Las estructuras y paradigmas te hacen vivir de oportunidades, y un día a la vez, por esto, estamos limitados para ver lo que Dios tiene para nuestras vidas; por los paradigmas, perdemos las bendiciones de Dios.

 

¿Cómo adquirimos estos paradigmas?

1. A través de la cultura, las estructuras pueden venir conforme a la cultura.

2. Por la presión de grupo, esta presión te lleva a meterte paradigmas en tu cabeza, esa presión busca que seas uno más del grupo, si andas con un grupo chismoso, vas a tener estructuras y pensamientos de gente chismosa, pero si buscas un grupo de fe, vas a lograr meterte en una fe mata gigantes con la cual no vas a tener problemas y te vas a gozar con todo lo que Dios traerá a tu vida.

3. La sociedad crea un sistema que es la corriente de este mundo y cuando navegas en esa corriente, te conviertes en uno más del montón. Vemos un ejemplo en la vida del salmón, cómo sale del agua dulce, pone sus huevos y se va al mar, cuando tiene que poner huevos otra vez, sale del agua salada nadando en contra de la corriente, y al hacerlo, se encuentra con todos los obstáculos, pero sin importar el tamaño de ellos, simplemente no desiste. Tenemos tanto que aprender de la naturaleza.

 

Recibes una palabra de Dios, pero tus estructuras no te permiten recibirla y es que este sistema nos lleva a ser conformistas y a permanecer en una zona de confort, lo que nos lleva a ser religiosos. El enfoque primordial de las estructuras y paradigmas es hacerte sentir cómodo en el lugar que estás y a quedarte pasivo.

 

Cuando ves una Iglesia donde todos trabajan en equipo, donde todos están ejerciendo un cambio y que todos pelean con un mismo sentir y propósito, apoyando en la visión, sabes que es una Iglesia que está rompiendo con las estructuras mentales del mundo y han empezado a tomar la responsabilidad y a tener el carácter. No pienses más que la Iglesia tiene que servirte, la palabra dice que Cristo no vino a ser servido sino más bien a servir. Tú y yo estamos aquí para servir. Dios no me llamó para saludarte, Él me llamó para traer cambio y transformación a tu vida. Dios quiere que seas diferente al resto del mundo y cuando estás lleno de estructuras y paradigmas, sólo quieres ser cómo es el otro; con este tipo de pensamientos y paradigmas, pierdes tu identidad y personalidad, te mantienes viviendo el día a día y Dios no te llamó a eso, Dios quiere que tú y yo vivamos por fe, vivamos con esa fe que produce el esperar lo que no se ve, teniendo la certeza que tendremos algo que aún no vemos, esto nos hace diferentes y sólo así, podemos vivir en contentamiento, con este tipo de fe puedes vivir en gozo, porque tienes la expectativa de que cosas buenas y grandes vienen para tu vida.

 

Cuando eres diferente, se levanta la presión y los ataques se levantan porque vas en contra de la corriente.