“Nacimos para vivir bajo cielos abiertos” – Apóstol Miguel Bogaert Portela

Génesis 28:10-13 14-17 

Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.  Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 

 

 

 

Bethel significa: casa de Dios.

En la Biblia habla muchas veces de lo que es la morada de Dios, pero lo que es la casa de Dios, la primera vez que lo vemos es aquí en Génesis 28, y en esta escritura que acabamos de encontrar habla de casa de Dios y puerta del cielo, y en el versículo 16 Jacob dice: Jehová está en este lugar y yo no lo sabía, y esto es muy importante porque es aquí cuando nosotros nos damos cuenta cuál era la condición de Jacob.

 

 

 

Jacob: su nombre significa engañador. Jacob engañó a su hermano Esaú a través de su madre Rebeca, lo engañó cogiéndole la primogenitura y cuando estaban en el vientre venía agarrado de un pie, desde ahí Dios se le revela en un sueño y dice: que él no lo sabía que Dios estaba ahí.

 

 

 

Y eso me está enseñando que usted puede estar en un lugar y no darse cuenta que Dios está ahí, y así nos pasa a muchos de nosotros que estamos en la casa de Dios y no sabemos que Dios está en ese lugar; conforme esté tu condición te vas a dar cuenta si Dios está o no está en ese lugar, por eso muchas de las actitudes nuestras o comportamientos nuestros de lo que nosotros hacemos dentro de la casa de Dios es porque no nos estamos dando cuenta que Dios está en este lugar.

 

 

 

Muchas de las condiciones en las que nosotros venimos a la casa de Dios, en la forma en la que nos comportamos, en la forma en la que nosotros servimos no nos damos cuenta que Dios está en este lugar. Podemos ser ignorantes de la presencia de Dios y de lo que Él hace en nuestras vidas, es decir Dios puede estar en un lugar y usted no saberlo, la Palabra dice: Donde están dos o uno reunidos en mi nombre ahí estoy yo.

 

 

 

Eso significa que Dios se nos revela, pero depende de tu condición lo podrás percibir, si entendiéramos esto fuera más fácil el percibir a Dios.

 

 

 

Lo segundo que vemos que es importante era que la casa de Dios funcionaba bajo un cielo abierto.

La casa de Dios se maneja bajo un cielo abierto, lo que quiere decir que la esfera diabólica se había roto y había un dominio de Dios y lo que sucedía en la tierra representado aquí era esa escalera de ángeles y los ángeles subían y bajaban, subían para volver a bajar a traer lo sobrenatural de Dios, ellos no subían por subir ni bajaban por bajar, eso significa que Dios utiliza los Ángeles cuando la casa tiene los cielos abiertos.

 

 

 

Ellos suben cuando cumplen su tarea y bajan para traer lo sobrenatural.

 

 

 

Hebreos 1:14 

¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?  

 

 

 

Si somos herederos de la salvación quiere decir que nosotros tenemos Ángeles a nuestra disposición.

Cuando Jacob se despertó del sueño no se refería a un edificio físico, era un lugar y ahí vino la atmósfera, Dios no necesita edificio para manifestarse; Dios necesita los hombres que le hagan la atmosfera para manifestarse.

 

 

 

Juan 1:14  

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 

 

 

 

Habitar significa: residir como Dios lo dijo en el tabernáculo.

Jesús vivió entre nosotros, residió entre nosotros; Jesús era la casa de Dios en nosotros.  Él fue el complemento inicial de la imagen profética de Génesis  28; la casa de Dios es una persona.

 

 

 

Juan 1:49 

Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel

Jacob estaba profetizando que el sueño que él tuvo era la casa de Dios.  Jacob estaba profetizando, él estaba viendo cuando dijo que esa era casa de Dios y puerta del cielo, porque veía ángeles que subían y bajaban, y aquí me está diciendo en Juan 1:51: Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí en adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. 

 

 

 

Si él estaba profetizando de Jesús, estaba profetizando de ti, porque dice que tú eres heredero, eso significa que tú eres casa de Dios.

Esos ángeles que tú tienes a tu favor están esperando que entres en esa dimensión para ellos comenzar a trabajar contigo.

El cumplimiento de la casa de Dios comenzó en Jesús y él era la casa de Dios en la tierra.

 

 

 

 

Tu conversión no fue el único propósito de Dios para tu vida, Él quiere que tú seas lleno de Él.   ¿Sabes para qué? Para que tú seas casa de Dios.

Tu último paso no fue la conversión, lo más fácil fue tu conversión, ahora te queda lo mejor: ser lleno de Él.

 

 

 

¿Sabes lo que significa ser lleno de Él? 

Juan 14:16   

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. 

 

 

 

1 Corintios 3:16  

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

Efesios 2:19-20, 22 

Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. 

 

 

 

La palabra dice que nosotros somos piedra viva, significa que en quien todo el edificio bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor.  Nosotros somos casa de Dios, pero cuando nos coordinamos uno con el otro pasamos a ser templo de Dios.

 

 

 

Cada don que tienes lo pones a disposición y se va coordinando y va creciendo, el problema está cuando no hay coordinación porque tenemos agendas propias, condiciones propias y entonces somos casa de Dios para nosotros.

 

 

 

 

La condición nuestra en nuestro interior es lo que dice si somos casa de Dios, y si no hay cielos abiertos no hay casa de Dios.

 

 

 

El parámetro para que los cielos estén abiertos es que usted sea casa de Dios y para ser casa de Dios debes de ser lleno del Espíritu Santo.

Si no estás en el espíritu Dios no Mora en ti. El problema de nosotros no es buscar la conversión es buscar la llenura del Espíritu Santo.

Nosotros somos la iglesia, los redimidos de ese tabernáculo del Espíritu Santo.

 

 

 

 

1 Pedro 2:4-5 

Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. 

 

 

 

Cuando habla de casa espiritual habla de una persona a que es obediente.

Sacerdote significa ir a ser sacrificio.

El sueño de Jacob no sólo se refería al Mesías, también a cada creyente nacido de nuevo.

 

 

 

 

Génesis 28:7 

Y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram. 

Esta es la puerta de salvación.

 

 

 

 

Juan 10:9 

Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 

Juan habla en el contexto de la bendición.

 

 

 

 

Mateo 16:18 

Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 

 

 

 

La iglesia es la puerta del cielo y Jesús introduce la puerta del infierno.

¿Cuál puerta tú abres?   La puerta del infierno es cuando no eres casa de Dios.

Tu mente es la puerta del infierno, es la que le hace la atmósfera a la casa que vives.

 

 

 

Satanás gana poder en el acuerdo humano y debilita su poder en el acuerdo espiritual. Le damos el poder a Satanás por el poder del acuerdo que es por donde él toma autoridad en tu vida.

 

 

 

Romanos 8:5-11 

Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.  Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. 

 

 

 

 

Dios se revela, pero la carne no tiene nada que ver con la revelación. Dios se revela al espíritu por medio de una atmósfera y esta viene cuando hay casa de Dios.

 

 

 

 

Mateo 16:23 

Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. 

Todo lo que tienes en tu mente acondicionado para los hombres no eres cada de Dios.  El humanismo no te permite ser casa de Dios.  El humanismo es que todo lo que es humano está primero que Dios.

Tu mente se convierte en la puerta del infierno cuando solo tienes cosas de hombres.

Nosotros decidimos en qué puerta estamos.

 

 

 

Deuteronomio 28:1-3, 15, 23 

Acontecerá que, si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo. Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar. Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas. Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.  Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado. Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas. Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.  

 

 

 

 

Proverbios 6:12-19 

El hombre malo, el hombre depravado, Es el que anda en perversidad de boca; Que guiña los ojos, que habla con los pies, Que hace señas con los dedos.  Perversidades hay en su corazón; anda pensando el mal en todo tiempo; Siembra las discordias.  Por tanto, su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.  Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:  Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente,  El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal,  El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos. 

No comment

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *