Sacrificio y Ofrenda

Mensaje del Apóstol Dr. Miguel Bogaert Portela

Dios quiere reformar Su Iglesia y un principio muy importante para la Iglesia de este tiempo es el del sacrificio y la ofrenda, porque en estos tiempos se ha perdido el hacer sacrificio para Dios y se está tomando un rumbo en el que el pueblo no entra en sacrificio para Dios, la Iglesia evoluciona pero hacia una comodidad, donde lo que Dios tiene para nosotros lo queremos gratis, sin hacer ningún tipo de esfuerzo y sin ninguna condición, y aun así, somos capaces de exigirle a Dios con condiciones para que Él nos bendiga o esté con nosotros sin darle nada a cambio.

 

Creemos que lo que estamos haciendo como obra es lo que le estamos dando a cambio a Dios para ser bendecidos.

2 Samuel 24:21-24 dice:

“ Y Arauna dijo: ¿Por qué viene mi señor el rey a su siervo? Y David respondió: Para comprar de ti la era, a fin de edificar un altar a Jehová, para que cese la mortandad del pueblo. Y Arauna dijo a David: Tome y ofrezca mi señor el rey lo que bien le pareciere; he aquí bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para leña. Todo esto, oh rey, Arauna lo da al rey. Luego dijo Arauna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio. Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata”.

 

Esta es una poderosa enseñanza que nos deja David, de no darle a tu Dios algo que no te cueste, lo que indica que el sacrificio debe costarte algo.

 

Sacrificio y ofrenda son dos términos que van de la mano. El sacrificio se refiere a elementos físicos que al adorar se le traen a una deidad para expresar devoción, acción de gracia y necesidad de perdón, esta es la clave del verdadero sacrificio.

 

Cuando haces sacrificio para Dios, le estás demostrando tu devoción, y conforme sea tu sacrificio, así será tu devoción, con el sacrificio buscamos una acción de gracias y también mostramos nuestra necesidad de perdón.

 

Todos los métodos religiosos que las naciones emplean en su intento de honrar a sus dioses, se caracterizan por algún tipo de acción sacrificial. Desde el principio de los tiempos, el ser humano tiene la necesidad de adorar a un dios y cada sociedad tiene una forma y un sistema sacrificial para adorar a su dios.

 

Es importante conocer de dónde viene ese sistema sacrificial hasta llegar a la forma de sacrificio que nos dejó Cristo Jesús. El sistema del mundo ha sacado fuera este sistema y lo ha vuelto algo ligero, en la Iglesia de hoy no hay responsabilidad hacia la instrucción precisa de parte de Dios.

 

El sacrificio y la ofrenda tienen que ser un estilo de vida y debemos recuperar estas condiciones.

 

1 Pedro 1:18-20:

“sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,  sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,  ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros”.

 

Dios desde antes de la fundación del mundo, entregó a su Hijo como sacrificio por nosotros. Dios fue quien empezó con este sistema de sacrificio y ofrenda quien sacrificó a Su Hijo por nosotros para que fuera demostrado en estos tiempos postreros, y este sacrificio lo hizo por amor.

 

El centro de todo sacrificio que le hagas al Señor tiene que ser el amor, no puedes darle un sacrificio a Dios por conveniencia y por lo que necesites de Él, porque nos ha enseñado que ese primer sacrificio y de donde vino todo, nació por amor, ya en la eternidad, Dios estaba hablando de amor.

 

Cuando le vayas a dar un sacrificio de alabanza a Dios, el núcleo de esa expresión, debe ser el amor; cuando decides expresarte con algún instrumento material, no puedes hacerlo impulsado por lo que quieres obtener de Dios, ni porque quieres que Él te bendiga. Todo lo que le des debe venir cargado de amor y cuando estés trabajando en la obra, tu servicio debe venir motivado y acompañado de amor.

 

De la misma forma, en los sacrificios a Dios, no pueden existir el intelecto y la razón, porque cuando involucras tu mente, lo que viene detrás es un egoísmo y la búsqueda de una satisfacción propia, y en ello se muere el amor. El núcleo que da vida al sacrificio y a la ofrenda es el amor.